jueves, 30 de enero de 2014

El Defensor del Pueblo propone al Pimpinela para mediar entre Pedro Domínguez y Doblado Vera

Se verán en territorio neutral, como la radio, y se pedirán perdón pero de verdad de la buena

 
“Si el Dúo Pimpinela sigue junto después de tantas peleas, si lo han superado, son los más recomendables para que se propongan limar asperezas entre José Domingo Doblado y Pedro Domínguez, que en las últimas semanas han incrementado sus rifi-rafes a costa de una nave y un viaje”. Esto es lo que le ha comunicado el defensor del pueblo a su secretaria tras la petición que ha realizado la chirigota del Tololo “Tengamos al fiesta en paz, tu cara me suena ¿no?”, que este año tampoco saldrá en el carnaval.
El dúo hizo lo que pudo para aguantar a los cantantes
Los autores de “A esa, Querida Amiga, La Familia y Ese estúpido que llama” tardaron en dar su conformidad, ya que él estaba de acuerdo en  venir a Valverde, pero ella prefería ir a Punta del Moral. Otro episodio desagradable se produjo en la rotonda del boto, en la que se llevaron más de una hora decidiendo la salida para ir a la radio, el sitio neutral elegido por los dos protagonistas. Finalmente, fue el Manani quién los sacó de la rotonda con su bici y los guió hasta La Calleja. Sabemos que algo les dijo, porque se llevó riendo todo el camino de vuelta, pero los argentinos ni se inmutaron, como si les hubiese hablado un ruso.

Preguntado el secretario de los socialistas por la decisión del defensor del pueblo de nominar a los hermanos Julia y Joaquín Galán como intermediarios en el proceso de acercamiento, Pedro Domínguez no dio crédito. “¿Cómo que hermanos?, ¡venga ya hombre, a mí no me la das, ya empezamos haciendo trampas!, señaló Domínguez al periodista.
Por su parte, Doblado Vera se mostró convencido de que “las negociaciones no iban a servir para nada, y menos para que nos pidamos perdón pero de verdad de la buena”, subrayó antes de salirse con la suya, porque según fuentes de la Radio Ni Domínguez ni Doblado abrieron la boca en toda la sesión. Sólo se escuchaban voces del dúo Pimpinela, que empezaron discutiendo por el sitio en el que se sentaban y siguieron reprochándose los amoríos de cada uno. Cosas de cuñados y cuñadas.